Como bien sabemos la historia, Rodrigo de Triana alzó la voz y gritó tierra a la vista. Este hecho supuso la llegada de Colón a América y a partir de ahí empezó la expansión territorial por América y la explotación de muchos de sus recursos. Se pueden destacar el nombramiento de Hernán Cortés, fue conquistador de México y Francisco Cortés (sobrino de Hernán Cortés) conquistador de Perú. 

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Al ocupar toda la zona de México, Centroamérica, Sudamérica, las Antillas y otras islas del mar Caribe el territorio español se dividió en cuatro virreinatos.

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Hasta entonces no se había visto un imperio de tantas dimensiones por lo que surgía el problema de la comunicación a lo largo del mismo. Uno de los inconvenientes eran las largas distancias separadas por el Océano Atlántico y si a esto le sumamos los numerosos ataques de piratería que podían ocurrir en el trayecto era aún más complicado. Es por ellos que el rey opta por instauran un representante de confianza en las colonias llamado válido. Destacan el Duque de Lerma y el Conde-Duque de Olivares ambos con los sucesores de Felipe II

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Todo no iba a ser color de rosas para el Imperio Español. La continuada explotación de recursos provocó que hubiera grandes revoluciones en los territorios coloniales. Poco a poco fue tomando importancia la independencia. Hasta que en el año 1898 España perdió las últimas colonias que tenía en su poder. De este modo España pasó de ser una potencia conquistadora y económica a entrar a partir de ese año en una de sus crisis más importantes de su historia reciente.